“Apranihita” Thich Nath Hanh


 

Apranihita es una de las Puerta de la Liberación y es la ausencia de objetivos. No hay nada que hacer, nada que realizar, ningún programa, ninguna agenda. Es la enseñanza budista sobre la escatología. ¿Acaso la rosa debe hacer algo? No, el propósito de una rosa es ser una rosa. Tu propósito es ser tú mismo. No tienes que perseguir nada para poder ser otra persona. Tú eres ya maravilloso tal como eres. Esta enseñanza de Buda nos permite disfrutar de nosotros mismos, del cielo azul y de todo cuanto hay de renovador y curativo en el momento presente.

No hay ninguna necesidad de poner algo delante de nosotros y perseguirlo. Ya tenemos todo cuanto buscamos, todo lo que deseamos ser. Ya somos un Buda, de modo que ¿por qué no coger simplemente la mano de otro Buda y practicar la meditación andando? Es la enseñanza del Sutra de Avatamsaka. Sé tú mismo. La vida es preciosa tal como es. Ya tienes todos los elementos para ser feliz. No hay ninguna necesidad de correr, luchar, buscar o esforzarte. Sé simplemente. Estar en el momento presente en este lugar es la práctica más profunda de meditación. La mayoría de las personas no pueden creer que andar simplemente sin tener un objetivo en la mente sea suficiente. Creen que luchar y competir es normal y necesario. Intenta practicar no perseguir ningún objetivo sólo durante cinco minutos y verás qué feliz te sientes durante ese tiempo.

El Sutra del Corazón dice: «No hay nada que alcanzar». No meditamos para alcanzar la iluminación, porque ésta ya se halla en nosotros. No tenemos que buscar en ningún lugar. No necesitamos un propósito ni una meta. Tampoco practicamos para obtener una posición elevada. En la ausencia de objetivo vemos que no nos falta nada, que ya somos lo que queremos ser y dejamos de luchar. Nos sentimos en paz en el momento presente, viendo simplemente como la luz del sol se desliza por nuestra ventana o escuchando el sonido de la lluvia. No tenemos que perseguir nada. Podemos disfrutar de cada momento. La gente habla de entrar en el nirvana, pero ya estamos allí. La ausencia de objetivo y el nirvana son una sola cosa.

                  Esta mañana, al despertar, he sonreído.

                    Ante mí, veinticuatro horas radiantes.

             Me comprometo a vivir cada momento plenamente

                     y contemplar a todos los seres vivientes

                            con los ojos de la compasión.

Estas veinticuatro horas constituyen un precioso regalo, un regalo que sólo podemos recibir plenamente cuando hemos abierto la Tercera Puerta de la Liberación, la ausencia de objetivos. Si creemos tener veinticuatro horas para alcanzar un determinado propósito, el hoy se convertirá en un medio para obtener un fin. El momento de cortar la leña y acarrear el agua es un momento de felicidad. Para ser felices no necesitamos esperar terminar estas tareas. Ser feliz en este momento es vivir con el espíritu de la ausencia de objetivos. De lo contrario, correremos en círculos el resto de nuestra vida. Tenemos todo lo necesario para hacer que el momento presente sea el más feliz de nuestra vida, aunque tengamos un resfriado o nos duela la cabeza. Para ser felices no tenemos que esperar a curarnos de él. Resfriarse forma parte de la vida.

Alguien me preguntó: «¿No está preocupado por el estado del mundo?». Hice una pausa para respirar y contesté: «Lo más importante es no dejar que tu corazón se llene de ansiedad por lo que ocurre en el mundo. Si se llena de ansiedad, enfermarás y no serás capaz de ayudar». Hay guerras —pequeñas y grandes— en muchos lugares y ello puede hacernos perder la paz interior. La ansiedad es la enfermedad de nuestra era. Nos preocupamos por nosotros, por la familia, los amigos, el trabajo y el estado del mundo. Si dejamos que nuestro corazón se llene de ansiedad, tarde o temprano enfermaremos.

Sí, en todo el mundo existe un terrible sufrimiento, pero el hecho de saberlo no tiene por qué paralizarnos. Si practicamos el respirar, andar, sentarnos y trabajar conscientemente, estamos intentando ayudar lo mejor que sabemos y podemos tener paz en el corazón. Preocupándonos no conseguimos nada.

Aunque te preocupes veinte veces más, no cambiará la situación del mundo. En realidad tu ansiedad sólo empeorará las cosas. Aunque las cosas no sean como nos gustaría que fuesen, podemos seguir estando satisfechos, porque sabemos que hemos intentado actuar lo mejor que hemos podido y seguiremos haciéndolo. Si no sabemos cómo respirar, sonreír y vivir cada momento de nuestra vida profundamente, nunca seremos capaces de ayudar a nadie. Soy feliz en el momento presente, no pido nada más. No espero una felicidad adicional o unas condiciones que me proporcionen más felicidad. La práctica más importante reside en la ausencia de objetivos, en no perseguir cosas y no apegarse a ellas.

Como hemos sido lo suficientemente afortunados para conocer la práctica de ser conscientes, tenemos la responsabilidad de llevar la paz y la alegría a nuestra vida, aunque no todo lo que hay en nuestro cuerpo, en nuestra mente o en el entorno sea exactamente como nos gustaría. Si no somos felices no podemos ser un refugio para los demás. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué estoy esperando para hacerme feliz? ¿Por qué no soy feliz en este momento?

Mi único deseo es ayudarte a verlo. ¿Cómo podemos llevar la práctica de ser conscientes al espectro más amplio de la sociedad? ¿Cómo podemos ayudar a que haya el mayor número de gente feliz y que sepa cómo enseñar a los demás el arte de vivir conscientemente? La cifra de personas que generan violencia es muy grande, mientras que el número de personas que saben cómo respirar y crear felicidad es muy pequeño. Cada día se nos ofrece una maravillosa oportunidad de ser felices y de convertirnos en un lugar de refugio para los demás.

No necesitamos convertirnos en una persona distinta ni realizar ningún acto determinado. Sólo necesitamos ser felices en el momento presente, y seremos de ayuda a las personas que amamos y a toda la sociedad. La ausencia de objetivos consiste en detenerse y darse cuenta de que la felicidad está ya a nuestra disposición. Si alguien nos pregunta durante cuánto tiempo debe practicar para ser feliz, podemos responderle que puede ser feliz ¡ahora mismo! La práctica de apranihita, la ausencia de objetivos, es la práctica de la libertad.🙏

                                                                      Thich Nath Hanh 

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