Altruismo, base de la práctica budista

Llega un momento cuando uno lleva un tiempo en la práctica de la meditación y de la senda budista, en el cual ya uno no lo hace exclusivamente por su propio beneficio y buscando una mejora únicamente personal.

Cuando uno lleva cierto tiempo practicando, se da cuenta de que su mejora influye en todos los que le rodean y que por tanto ya existe un compromiso con la práctica, que incluye a las personas que nos rodean e incluso a muchos mas que ni siquiera conocemos.
Descubres que has encontrado un camino que sin duda te saca del sufrimiento y que esto afecta a los demás de forma clara. 
Entonces la práctica toma mucho más fuerza porque ya no meditas centrado en ti, sino en los demás y eso le da un sentido y una fuerza distinto.
En ese momento el ego empieza de verdad a resentirse y se abre la vía del altruismo, que es la que de verdad te acerca a una felicidad auténtica.
Todos sabemos que cuando uno actúa por egoísmo, no se siente bien, pero en el otro lado tenemos que cuando actuamos con corazón y no somos nosotros el principal beneficiado de la acción, entonces te sientes lleno y es como esa buena acción volviese hacia a ti en forma de felicidad.
Ahora estoy entrando en esa etapa y aunque mi ego sigue siendo sólido y duro, veo que se asoma esa puerta de altruismo que se deja entrever a través de mi ego desplazado.
Por supuesto, que esta nueva etapa no puede quedarse en meditar exclusivamente, sino en una actuación decidida en ayudar en lo que cada uno entienda puede aportar a los demás y en ello cada uno debe encontrar cuales son las características que tiene, para a través de ellas ofrecérlas de forma altruista.
Cuando digo esto en el blog, estoy dando un paso adelante, haciendo público este sentimiento nuevo que aparece en mi y con ello también quiero hacer publico mi compromiso.
Los que me conocéis estáis en vuestro derecho de recordarme esas palabras y espero agradeceros el recordatorio.
Un abrazo para todos y ojalá esta nueva etapa os motive a alguno mas a seguir la práctica y la meditación budista, de tal forma que entre todos formemos un cadena de mejora personal y de encuentro con la felicidad.
Un abrazo para todos y Metta.

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